Una simple foto sacada entre unas adolescentes de Pennsylvania en una fiesta pijama puede acabar con 2 de ellas condenadas por pornografía infantil, al haber posado en ropa interior. En Massachusetts ya ha habido casos similares.
Una simple imagen, enviada como broma o como reclamo sexual se puede convertir en un delito grave en el momento en que una joven pareja rompe, o simplemente uno de llos quiere impresionar a los amigos, o más fácil aún... deja su teléfono desatendido unos momentos.
Según un estudio realizado por la revista Cosmogirl, el 66% de las chicas que hicieron sexting enviaron las imágenes con ánimo de flirtear, el 52% como un regalo sexy para un chico, y el 40% como una simple broma.
Fuente: Mercury News
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