En el vídeo puede apreciarse cómo los protagonistas se sorprende cuando el mentalista adivina cosas personales sobre ellos, que suponen nadie más que ellos sabe (?!) incluyendo algunas tan supuestamente íntimas como los tatuajes que tienen en su cuerpo o qué precio han puesto a la casa que están vendiendo.
La realidad tras mentalistas, médiums y adivinos no es muy distinta, advierten desde Microsiervos: investigan por adelantado las vidas de la gente que les contrata o con cuyos familiares van a contactar. Desde hace unos años suelen utilizar Internet como tradicionalmente hacían con documentalistas que revisaban diversos tipos de archivos; tampoco es extraño que empleen detectives. Los entrevistados no se dan cuenta del rastro que han podido dejar en una entrevista previa, en la tarjeta de visita o en la identificación que les piden a la entrada, donde suele estar su nombre y cada vez más, el correo electrónico. A través de estos datos y de los buscadores es fácil obtener un perfil completo de una persona. Si pones una moto o una casa en venta públicamente... ¿por qué te asombras de que alguien sepa el precio que le has puesto públicamente? O si publicas fotos tuyas en la playa o incluso de sexting, ¿cómo no va a saber cualquiera que tienes dos mariposas tatuadas donde acaba la espalda?
Y no sólo presuntos estafadores son los que pueden hacer uso de esta información, sino también ladrones profesionales de cuentas online de banca (como pretende denunciar esta campaña belga), suplantadores, acosadores sexuales, groomers (en el caso de menores de edad), ciberbullies, secuestradores, sextorsionadores... Lo que publicamos en Internet (en las redes sociales, en videochats, en foros o blogs...) nos pone en numerosos riesgos y por tanto es vital aprender a cuidar nuestra imagen online.
Como bien dice el lema de la campaña: Tu vida entera está en la Red. Y puede ser usada contra ti.
Fuente: Microsiervos y PantallasAmigas.
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