La investigación que llevó a acabo en 2007 la policía científica de Venezuela - y que el valió un galardón - capturando a un pederasta a partir de un borroso vídeo es un ejemplo de la difícil pero al mismo tiempo fehaciente labor de las unidades dedicadas al combate de los ciberdelitos en la red
El vídeo mostraba a dos pequeñas de tres y cuatro años sexualmente abusadas. Llegar hasta el culpable fue una ardua tarea. Dos años de labor tardó el equipo dirigido por el comisario Luis Bustillos para identificar plenamente a ese hombre, pues en el video que consignaron en su despacho sólo se veían los rostros de las pequeñas. La investigación comenzó el 13 de mayo de 2005 y concluyó el 9 de mayo de 2007.
"Lo primero que teníamos que identificar era el año en el que se había grabado el video, para establecer qué edades tenían las pequeñas. Logramos evaluar en detalle el video. Pudimos obtener el detalle de una funda con el nombre del hotel donde se había grabado", explicó el comisario Luis Bustillos, jefe de investigaciones de la división.
Con parte del nombre, se hizo una lista en toda Venezuela. Fueron más de 100 que tuvieron que evaluar, hasta llegar a un hotel ubicado en El Rosal, Caracas.
De forma paralela, los encargados de evaluar el video, lograron extraer el sonido de la televisión. Eran promociones de una telenovela que transmitía RCTV. El canal remitió al despacho el día, la hora, los minutos y los segundos de cuando se había grabado aquel video pornográfico. Era el 11 de agosto de 2004, a las 7:35 pm.
"Con esa información supimos que las pequeñas no habían crecido mucho y sería fácil dar con ellas", agregó el pesquisa.
Allí comenzó la labor de campo más engorrosa. Visitaron todas las guarderías y colegios, con las fotos de las pequeñas. Asimismo hicieron visitas en los barrios de Caracas, hasta que llegaron a Pinto Salinas. Allí un grupo de vecinos que jugaba dominó identificó a las pequeñas, pero no ofreció dirección exacta. Una vez obtenida la dirección de una de las casas, los investigadores procedieron a interrogar a una de las madres; ella dio los nombres de las otras progenitoras. Todas coincidían en que dejaban a sus pequeñas en la casa de una mujer para que las cuidara.
Ella fue la primera detenida, era una de las cómplices del ingeniero. Dio el nombre del hombre y el número de teléfono e identificó a la mujer que se encargaba de llevar a las niñas hasta donde estaba el pedófilo.
Entre el 8 y 9 de mayo de 2007, los investigadores lograron dar con todos: Bernardo Augusto Nouel Calcaño, Angie Gotopo y Rosa Álvarez. Para los días siguientes, el Tribunal 28 de Control les dictaba a todos medida privativa de libertad.
No contentos con las declaraciones, con todos los objetos incautados y que incriminaban a los detenidos, los efectivos hicieron pruebas antropométricas a Nouel, que terminaron de incriminarlo. Este caso fue el primero en su especie resuelto en Venezuela. Con él, la División contra Delitos Informáticos -fundada en 2001- se ganó su primer Cangrejo de Oro.
Fuente: eluniversal.com
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