El gobierno británico pretende que las compañías de telecomunicaciones recopilen todos los accesos a internet y llamadas telefónicas, en lo que el ejecutivo considera un plan de combate contra ciberdelitos como la pedofilia en la red.
Este plan incluye el almacenamiento de datos de usuarios de las redes sociales como Facebook o Twitter,lugar y hora de conexión, pero no el contenido de la información.
"Los datos de las comunicaciones son una herramienta esencial para que las agencias del orden público puedan rastrear a asesinos y pedófilos, salvar vidas y perseguir el crimen", asegura la ministra del Interior del Reino Unido, Jacqui Smith.
El gobierno británico compensará a estas operadoras con 2.000 millones de libras (casi US$3.000 millones) por los gastos en los que incurran a la hora de monitorear este tipo de información, que deberá estar disponible para la policía, los servicios de inteligencia y otras agencias que combaten el terrorismo en Reino Unido.
Chris Huhne, portavoz del partido Liberal Demócrata considera que "hay que tener cuidado para encontrar el equilibrio entre los poderes para investigar y el derecho a la privacidad".
Otro de los críticos es el grupo NO2ID ('No al documento de identidad'). Su secretario general, Guy Herbert, opina que "oficiales de decenas de departamentos y organismos podrían saber qué lees, quiénes son tus amigos, a quién le mandas un correo, cuando y dónde estabas cuando lo hiciste. Todo sin garantía".
El debate acerca de si son las compañías de telecomunicaciones quienes han de controlar la información de los usuarios sin orden judicial previa se extiende por toda Europa.
Fuente: bbc.co.uk
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